martes, 19 de agosto de 2008

Unos y “otros”

En la interminable discusión acerca del concepto de una sociedad dividida en clases quedan insertos aspectos que por sí solos parecieran validar la postura de quienes pensamos que esa seguirá siendo la característica de las asociaciones humanas en una determinada comunidad. De ahí pues surge de nuevo la más reciente discusión que divide, sin ser antagónica, a la sociedad mexicana.
El más reciente caso de la agresión fatal hecha a un miembro de una familia de reconocido nombre y presencia en la comunidad empresarial capitalina, ha causado de nuevo la polarización manejada desde los medios en acciones evidentemente concertadas con los gobiernos federal y local.
No imagino a ningún miembro de cualquier estrato de la sociedad mexicana congratulándose por estos hechos delictivos, pero la manera de plantear el enojo y la protesta desde las pantallas y los micrófonos oficialistas pareciera conducir la molestia en diferentes grados de aparente aceptación.
Desde la declaración de que habían agredido a “uno de los nuestros” empiezan a darse los distanciamientos ¿y los otros? ¿los que se cuentan por decenas y día a día se agregan a la suma sin fin en el país? ¿Esos de quiénes son? Quienes mueren asaltados en cualquier calle, los violentados por cantidades de dinero mínimas y arrojados en cualquier paraje solitario del inmenso territorio nacional ¿a quiénes indignan? Hay casos simbólicos y emblemáticos, este parece ser uno de ellos ¿servirá el tema para mejorar las condiciones en que se siguen las investigaciones en los casos de los caídos en su paso hacia las ciudades fronterizas y cuyos nombres y orígenes son desconocidos?
Porque es indudable que si no nos sentimos identificados con “los nuestros” de élite victimados en esta ocasión, tendremos que reconocer que somos “los otros”, los sin nombre y sin casta.
Se anuncia una marcha contra a inseguridad, la promueven quienes en 2004 llamaron a manifestarse públicamente con el mismo tema.
Dice Gómez Leyva en un programa de televisión: “asistirá lo mejor de la sociedad mexicana” ¿¿¿¿¿¿?????? ¿Quién reparte los grados de calidad? Me pregunto.
Entonces estamos ante una manifestación aceptable, correcta y justa ¿y las demás? ¿Las de las personas de los pies resecos, delantal y morral al hombro?
No se malentienda, manifestarse en demanda de garantías para la protección y la seguridad de la ciudadanía es una razón de suma importancia. Lo que no debe perderse de vista es que el recurso de tomar las calles para elevar una protesta es una acción a la que se llega cuando las instancias y las vías institucionales designadas han dejado de dar respuesta y además no se debe olvidar tampoco que es una medida a la que tiene derecho cualquier grupo que considere que las demás formas de ser escuchado se han agotado o han sido rebasadas por el problema señalado. Llegado a este punto el tema puede variar, desde la solidaridad contra las injusticias en el caso de los derechos de una periodista perseguida y agraviada por denunciar abusos de la autoridad, los familiares de los trabajadores muertos en una mina, o las inconformidades de un amplio grupo de ciudadanos expresándose públicamente después de un conflicto electoral importante.
“Lo mejor de la sociedad” será, es, en todo caso, todos aquellos ciudadanos, hombres y mujeres que haciendo uso de su derecho a manifestarse y respetando los derechos de los demás hagan uso de la vía pública para llamar la atención de las autoridades correspondientes a fin de encontrar respuestas satisfactorias a sus demandas. Ni más, ni menos.

Comentarios olímpicos

Con la fiebre de los juegos olímpicos hay quienes se convierten en especialistas de casi tres semanas ubicados en el sillón de su sala para apreciar y valorar el desempeño de todos los deportistas en competencia.
Cada uno observa y toma según sus inclinaciones deportivas a los comentaristas y las disciplinas de su predilección.

Llama mi atención la sinceridad, sencillez y honestidad con que Soraya Jiménez, medallistas olímpica mexicana y hoy comentarista especializada en halterofilia cuando le preguntan hace varios días su opinión acerca de las participantes mexicanas: ¿Qué posibilidades les miras? –Preguntan- ella contesta: Ninguna, están en un grupo donde no hay posibilidades, él otro grupo es el fuerte y las cifras que manejamos no dan para mejores pronósticos. Punto.
Creo que no tendrá la ex medallista mucho futuro como comentarista deportiva pero respuestas así dan clara la medida del papel que se va a hacer a estos eventos en donde de repente nos topamos, como en el caso del ciclista con que el uniforme no era el más adecuado y tuvo que utilizar uno no autorizado por la delegación con la condición que cubriera el logotipo de la marca ajena a la oficial. Luego viene un debate insensato acerca del logo, del parche, de los colores y bla, bla, bla.


…Mientras llega la hora señalada,
el brote guardo, cuido del injerto,
el tallo alzo de la flor amada,
arranco la cizaña de mi huerto,
y cuando suelte el puño del azada
sin preguntarlo me daréis por muerto.

(Reyes, Alfonso. La señal funesta)

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